Comprar una casa ya terminada o construirte la tuya propia posee ciertos puntos en común pero también es cierto que el proceso tiene notables diferencias entre sí.
En relación a los puntos en común, seguramente las dos compras necesitarán de un préstamo hipotecario y, para ello, tendremos que prestar atención a los mismos conceptos que vamos refrescando en muchos de nuestros artículos (diferencial, las comisiones, las vinculaciones o cualquier tipo de cláusulas pactadas)
En ambos casos podremos acceder también a hipotecas de como máximo un 80% del valor de tasación de la vivienda, aproximadamente, para ser devuelto en unos 30-40 años. Además, tendremos que hacer frente a gastos de notaría o registro.
No obstante, en cuanto a los puntos que diferencian la compra de una vivienda construida de la que todavía es un proyecto, nos damos cuenta que las hipotecas para casas que todavía no están construidas acarrean una serie de complejidades que una hipoteca para una vivienda terminada no tiene.
En primer lugar, para que le sea concedida una hipoteca, el cliente tendrá que ser propietario titular del terreno donde desea construirla y, consecuentemente, tiene que estar inscrito en el Registro de la Propiedad.
En segundo lugar, el propietario también tiene que tener tramitada y pagada una licencia de obra y construcción, concedida por el ayuntamiento donde se ubica el terreno.
Y, en tercer y último lugar, el propietario tiene que tener un proyecto de ejecución de obra presupuestado y sellado por el Colegio de Arquitectos.
Con toda esta documentación en regla, las entidades bancarias acceden a estudiar el caso y valorar la concesión de la hipoteca. Pero en este punto también existen dificultades añadidas, entre las que destacan la falta de oferta de hipotecas específicas para viviendas no construidas. Hay bancos que ni siquiera tienen un producto concreto para esta operación y, por este motivo, usan los préstamos con garantía hipotecaria habituales.
Completados todos los pasos anteriores, uno ya confía que podrá disponer del dinero prestado para empezar a construir. Pero aquí también hay diferencias. Pues las hipotecas para autopromoción no permiten disponer de la totalidad del dinero prestado por el banco, sino que van ofreciendo crédito a medida que la obra avanza y se presentan las certificaciones de la misma.
Así que, a no ser que tengas muy claras tus opciones para poder construir tu propia casa, te recomendamos que eches un vistazo al mercado inmobiliario actual. Seguro que encontrarás la vivienda de tus sueños y, además, será mucho más ágil la obtención del préstamo.
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