Cómo mejorar tu hipoteca

Los que dicen que “nunca es tarde para cambiar” … ¿se olvidaron de pensar en las hipotecas? Es cierto que mejorar las condiciones de una hipoteca no es sencillo… ¡Pero tampoco es imposible!

Esta cuestión es muy común. Todos tenemos derecho y nos planteamos mejorar las cosas, aunque ya estén empezadas. Con las hipotecas y sus condiciones pasa exactamente lo mismo.

Cómo nos gusta que tengáis siempre las mejores condiciones, os proponemos dos maneras de cómo puedes mejorar tu hipoteca y encontrar la mejor solución:

La subrogación de parte acreedora

Ése es el nombre que recibe la operación con la que podemos negociar las condiciones de nuestra hipoteca. La forma de hacerlo implicaría cambiar de entidad. Os explicamos el contexto en el que nos encontramos y cuáles son los pasos a seguir.

Es muy extraño que los bancos accedan fácilmente a negociar las condiciones de un préstamo hipotecario. Debería ser de otra forma, pero ésta es la realidad. La única opción que tenemos es ir a otra entidad financiera, solicitar una oferta mejor y tramitar la subrogación.

La normativa que regula la subrogación hipotecaria está en la Ley 41/2007. En ella empeoraron la libertad de negociación del cliente a favor del banco. Con esta ley se consiguió que fuese los bancos los que decidieran “por los hipotecados”. Porque si un banco quiere retener contra su voluntad a un cliente hipotecado, puede bloquear la subrogación.

¿Cómo funciona el proceso de subrogación?

  1. El cliente solicita la subrogación a uno o varios bancos que ofrecen mejores condiciones. Tras analizar las opciones elige la mejor hipoteca.
  2. El banco que ha aprobado la subrogación debe emitir una oferta vinculante.
  3. Se comunicará esta oferta al banco con el que tiene la deuda actual.
  4. Se comunica notarialmente la oferta vinculante al banco que tiene la deuda actualmente, que tiene 15 días para emitir el certificado de deuda pendiente y decidir si iguala condiciones o no.
  5. Si el banco actual no iguala o mejora las condiciones, el cliente puede subrogar la hipoteca. Pero si la iguala, el deudor se ve obligado a seguir con el banco.

El periodo de carencia

Nos imaginamos, por un momento, que durante un período de tiempo no nos va bien pagar la hipoteca y nos vendría bien hacer una parada en los pagos. El periodo de carencia nos permite parar el pago de la hipoteca por unos dos años y sólo pagar los intereses. Es cierto que nos ayuda a no pagar esa cantidad por un corto período de tiempo, pero sí que nos obliga a pagar más intereses.

¿Cómo conseguir el periodo de carencia?

Para realizar el periodo de carencia debemos realizar una renovación hipotecaria, cambiando la cantidad a pagar en el contrato del préstamo, y que normalmente implica un pago, llegando a cobrar entre un 0 y un 1% la cantidad total que aún queda para devolver.

Como consumidor debemos comprobar todas las cláusulas que el banco nos ofrece antes de firmar cualquier cosa. Hay casos que incluso se aumenta el interés total de la hipoteca o que se obliga a contratar otros productos complementarios.