Durante la crisis inmobiliaria los inversores particulares descubrieron cómo especular con la compra de pisos sobre plano.
El especulador particular compraba sobre plano abonando a la promotora el coste de la reserva y las mensualidades fijadas hasta recibir el inmueble. Cuando llegaba la firma la escritura, las viviendas se habían revalorizado. Entonces el especulador vendía el derecho de compra del inmueble, aplicando el aumento de la revaloración al precio de venta y lo cobraba en dinero negro.
Actualmente los empresarios del sector supervisan estas prácticas ya que alteran los precios del mercado y crean problemas fiscales. El Reglamento de Blanqueo de Capitales obliga a los promotores a vigilar si sus contratos reconocen la posible titulación de la escritura del comprador a un tercero. La idea es endurecer las medidas anti-especulación con dinero negro.
Solución: Las cláusulas “anti-pase”
Se trata de incluir en los contratos de preventa algún tipo de cláusula que conste la prohibición de ceder a favor de una tercera persona sin previo aviso a la parte vendedora y previo consentimiento de esta hacia la operación.
Sin embargo, las cláusulas “anti-pase” no descartan que pueda haber ciertas razones por las que no se acabe firmando la escritura. Un cambio de domicilio por razones laborales o un cambio brusco en la situación económica pueden frenar esta obligación de firma.
Desde la cotizada Aedas Homes explican “No permitimos la cesión de contratos de compraventa. El comprador necesita el consentimiento previo de la promotora para poder realizar dicha cesión, que solamente se permite bajo circunstancias muy concretas, es decir, cuando es una situación excepcional”. Añade “Si el comprador echa para atrás por causa injustificada, al incumplir el contrato, perdería el dinero aportado hasta entonces”, comentan.
Judith Martínez Clariana